El objetivo de las ciencias naturales es comprender el funcionamiento del mundo y del universo que nos rodea. Estudiando estas ciencias, los niños pueden desarrollar su capacidad de pensamiento crítico, aprender a plantear preguntas perspicaces y adquirir una comprensión más profunda del mundo natural.

A los niños les cautivan las ciencias sociales porque proporcionan una comprensión más profunda del mundo. Los estudios sociales enseñan a los niños el comportamiento humano, las diversas culturas, los lugares significativos y los acontecimientos históricos, fomentando un auténtico aprecio por la diversidad cultural. Estas clases ofrecen una visión de los distintos gobiernos, economías y tradiciones sociales. Las investigaciones demuestran que las clases extraescolares de ciencias sociales no sólo aumentan el compromiso de los alumnos, sino que también mejoran la comprensión cultural y social, cultivan perspectivas globales y mejoran la capacidad de pensamiento crítico.